El reducido espacio de IPv4, a pesar de disponer de 4.294.967.296 direcciones, junto al hecho de una importante falta de coordinación, durante la década de los 80, en la delegación de direcciones, sin ninguno tipo de optimización, dejando incluso grandes espacios discontinuos, nos está llevando a limites no sospechados en aquel momento
Claro una solución sería la remuneración y reasignación de dicho espacio de direccionamiento. Sin embargo, no es tan sencillo, es incluso impensable en algunas redes, ya que requiere unos esfuerzos de coordinación, a escala mundial, absolutamente impensables.
La falta de direcciones no es apreciable por igual en todos los puntos de la red, de hecho, no es casi apreciable, por el momento, en Norte América. Sin embargo, en zonas geográficas como Asia (en Japón la situación está llegando a ser critica), y Europa, el problema se agrava.
Como ejemplos, podemos citar el caso de China que ha pedido direcciones para conectar 60.000 escuelas, tan solo ha obtenido una clase B (65.535 direcciones), o el de muchos países Europeos, Asiáticos y Africanos, que solo tienen una clase C (255 direcciones) para todo el país.
La razón de utilización de las direcciones IP por parte de los usuarios, está pasando en pocos meses de 10:1 a 1:1, y la tendencia se invertirá. En pocos meses, podemos ver dispositivos “siempre conectados”, con lo que fácilmente un usuario podría tener, en un futuro no muy lejano, hasta 50 o 100 IP’s (1:50 o 1:100).